lunes, 10 de noviembre de 2008

Escoria

Repugnante a la mirada, terrible al tacto. Molesto al oído y repulsivo al encuentro. Hay tantos y tantas así... Escoria ¿cómo llegaste a mi vida de una manera tan ruin? Siempre te apareces con pieles hermosas y cuando de ellas te despojas horribles pellejos invocas.

Desprecio es lo que siento. Tolerancia y paciencia me son imposibles, cual tratar de soportar una pestaña en el interior del ojo. No te basta con tu presencia estorbosa e inútil, sino que además inventas historias a tu antojo, en las que los papeles se invierten: tú bondad y yo maldad.

Todos tenemos nuestros ángeles y nuestros demonios. Conozco ambas partes mías ¿y tú? Las virtudes te abandonaron hace ya mucho, no las puedes comprar y ya es tarde para que las recuperes. Buscas un reencuentro conmigo, pero nada obtendrás. Solía perdonar con más facilidad antes, creía en el arrepentimiento real y en que una amistad o un amor verdaderos podían sobrellevar cualquier obstáculo: tú no eras verdad, eras máscara, eras falsedad, eras hipocresía.

Lo peor es que no eres un ente, sino varios. Escoria: te manifiestas en más de uno y eso me rodea, me captura y a veces me ahoga. Quiero escapar, hallar una salida en esta terrible pesadilla de la que soy víctima, enredo en el que entré sólo por mi inocencia.

No más ingenuidad, no más perdón. A cada cual lo que se merece, y tú no mereces mi compasión.

6 comentarios:

Rodrigo Delgado dijo...

Mmmm... RELAX...

LE estas dando más importancia de la que merece...

Erika Cortés dijo...

Wow!!! Me encanto la redacción que utilizaste, me hiciste sentir todo lo que decías.
Por lo que veo es un texto de desahogo y esta muy bien hecho. En él externas las conclusiones a las que has llegado, y hay veces que a lo mejor pasamos por ello, pero nos quedamos callados.
No se si en realidad le estés dando más importancia de lo que merece, pero al menos se que si yo fuese tu, hubiera pasado por el mismo proceso de reflexión.

Anónimo dijo...

Es realmente excelente! Me gusto mucho!
Ya ganaste un admirador!

Regina dijo...

Exactamente, la escoria no es que le des tanta importancia, lo que pasa es que abunda en este mundo. Sólo hay que saber cuidarse jajajja para alejarse :)
Muy bien sis

Juan Alvarez dijo...
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Anónimo dijo...
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