lunes, 17 de agosto de 2009

Bello y sublime

Soñé un paraíso a tu lado. Deseé que fuera una realidad.
Imaginé un mundo contigo. Sentí que era cierto.
Canté una canción para ti. Quise que la escucharas.

Veo el cielo como si fuera la última vez que observo la luna.
Grito como si no hubiese nadie cerca de mí para oírme.
Pierdo todas mis defensas
Y vivo como si fuera el último instante en el tiempo.

Avanza y no se detiene por nadie,
Cronos sigue una marcha inalcanzable y que jamás retrocede:
Lo que fue no será y lo que será no lo sabemos.

Si tan sólo existiera una garantía a la cual aferrarme
las cosas serían más sencillas.
Pero lo bello no suele ser simple... Es complejo, es único, es especial.

Bello y sublime, así eres para mí.
Bello cuando estás,
sublime cuando te alejas y lo único que me queda de ti son los recuerdos.
Agradezco a la memoria, de no ser por ella probablemente ya habría caído en la locura.

Tu presencia me es invaluable,
tu ausencia, implacablemente dolorosa.
¿Qué hacer cuando se posee un corazón que ya no es sólo propio?