lunes, 16 de junio de 2008

C'est la vie!

Algunos la ven como un juego, otros la toman tan en serio que olvidan que también se trata de disfrutarla. Hay quien la desperdicia, hay quien gana y hay quien pierde. Hay aciertos y triunfos grandiosos, pero hay pérdidas invaluables también, especialmente aquellas que involucran seres humanos.

Está bien que cada quien tenga una perspectiva de vida distinta y la lleve como le plazca siempre y cuando no perjudique a terceros. Jugar con los sentimientos, es jugar con cristal Swarovski: son bellos, multicolores, multifacéticos, sumamente valiosos, pero también excesivamente delicados. Aquél que se aventura a siquiera posar su mirada en uno, debe ser precavido pues el más mínimo rasguño puede provocar daños irreparables.

Bien dicen que "las margaritas no son para los puercos". Los sentimientos no pueden dársele a cualquiera, un ser humano no debe abrirse a cualquier cosa que aparezca enfrente, no debe permitir que algo tan hermoso se desperdicie o se dañe en manos equivocadas.

Mil caras tienes y en ninguna puedo confiar, cien promesas hiciste y cien rompiste. De vuelta en este lugar, creí que había terminado con esto y parece que vuelve a empezar. Dudas sobre qué hacer ahora, qué es lo que amas, qué es lo que quieres ahora.

Me queda tan sólo proteger los pocos secretos tornasolados que me quedan, guardarme en ellos, resplandecer y renacer, ya sin esperar que algo resurja, que un pasado alguna vez bello vuelva a mí, porque eso no sucederá.

Vivir esperando que la vida nos dé la dicha que tanto dolor nos quita es soñar ilusamente. Hay una frase que antes consideraba derrotista, pero ahora que la veo no me parece falsa: "Dichosos los que nada esperan porque nunca serán decepcionados".

Aunque... qué miserable sería la vida si jamás esperáramos nada de ella. Son las falsas esperanzas, las fantasías imposibles y los irreales sueños los que nos mantienen con vida.

C'est la vie!